miércoles, 20 de diciembre de 2017

Siempre

Se dice que el amor verdadero
llega una vez en la vida.
Pero tú me has llegado infinitas veces.
Me llegaste cuando te conocí,
En nuestro primer beso,
Cuando dijiste sí.

Pero más me llegó tu alma,
Conocer tu ser,
¡Hermoso placer!

Comenzamos este viaje,
Sin boleto de regreso.
Te has convertido en mi arte,
Y en mi juego más intenso.

Si un día padezco,
Si un día me pierdo,
Si me rompen las olas,
Si me lleva el viento,
Estarás tú.

Cuánta fortuna tenerte conmigo,
Bendito destino, te puso en mi camino.
Y hoy te lo digo, no tengo miedo,
Te amaré por siempre,

Mi amado cielo.

Lo que te quiero decir

Comencé a morirme lentamente el día que decidimos que lo mejor era no estar juntos, no ha pasado tanto tiempo, pero, al menos por ahora, no le veo fin a mi sufrimiento, veo tus fotos, leo nuestras conversaciones, y me quema por dentro, pienso en lo maravilloso que eres, en todas tus cualidades y en verdad no entiendo por qué las cosas deben ser así, me tomó años encontrarte y unos más para poder estar contigo, y de pronto esas promesas de para siempre se esfumaron.

No se puede morir de amor, pero sí de tristeza, de vacío, no sé cuántas noches más soportare el insomnio, y cuántos ataques de llanto, espero que los suficientes, y en verdad espero que llegue un momento en que deje de extrañarte, deje de sentirte, deje de soñarte.


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Hoy es un nuevo día, y hoy te mandé un mensaje, no resistí, como siempre, pero esta vez tú ya no me extrañas, me pregunto desde hace cuánto tiempo dejaste de quererme y de querer compartir tu vida conmigo, no sé si yo deje de sentir eso pronto, que deje de pensar que eras el hombre indicado para mí.


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El día de hoy por la mañana con mis amigos comenzamos a hablar sobre el amor, y como este definitivamente no es posesión, yo te amo, y sé que quiero poseerte, pero me pregunto ahora, si se puede hablar entonces de intensidad en el amor, cada quien ama a su forma, yo amo de la única forma que conozco, intensamente, a veces pienso que amo sin pedir a cambio, pero no estoy tan segura pues a veces llego a pensar que yo siempre te amé más de lo que tú a mí, así que no sé, como que suelo ser medio incongruente e inconsistente.

Mi amor

¿Que si busco el amor?
Sí, lo busco. 
Pero no cualquier amor.

Busco un amor que me llene el ojo, 
que me llene el gusto, 
que me llene el tacto 
y que me llene el sexo.

Que esté lleno de arte, 
y de ciencia.
Un amor para hablar de todo, 
y de nada.

Que me grite en las rabietas,
que me llore en las tristezas,
y que me ame en todas ellas.

Un amor que destruya, 
y que construya.
Que me destruya los miedos, 
y me construya los sueños.

Que levante los escombros,
y que me deje intacto,
sin memoria,
sin pasado,
¡vivo!

Un amor libre, 
que vuele solo, 
pero que vuele a mi lado.




jueves, 3 de julio de 2014

Carta a un amor perdido, inexistente

Escribo estas líneas por ti y para ti. A veces me pregunto cómo una persona puede llegar a confiar tan ciegamente en otra, entregar su corazón y su alma sin preguntar nada, sin pedir nada a cambio, y luego, yo sola me respondo que es obvio, cuando estás enamorado, nada importa.

Así confié en ti, como cualquier persona enamorada lo hace, y tú aprovechaste eso y te mostraste cual ángel guardián, querías ayudarme, pensaste que con eso que estabas haciendo bastaba, creíste que era lo único que necesitaba, y me viste vulnerable, al desnudo, pura, y no pudiste con eso, quizá te dio miedo, o tal vez simplemente descubriste que yo no era eso que habías estado buscando.

Siempre que pienso en ti, y en lo que pasó, me viene a la cabeza algo que una amiga le dijo a un chico cuando la cortó, –No me digas que eres tú, porque no es así, soy yo, es que yo no soy esa persona, porque cuando esa persona llegué no te importará nada–, ahora me resulta evidente que nunca fui yo, por ella no te importó lastimar a alguien más, por ella aceptaste todo, la acogiste con errores y logros.

Ahora creo que en parte fue mi culpa, posiblemente no tuve nunca que mostrarme tan frágil, tan susceptible ante ti, a veces siento que sólo me convertí en una pequeña que buscaba la aprobación de su padre cuando hablaba contigo, quería que te sintieras orgulloso de mí, pero al parecer nunca lo conseguí.

Lograste conocerme casi a la perfección, sabías lo que me hería, cuáles eran mis debilidades, mis afecciones, mis sueños, mis capacidades, mi grandeza, mi pobreza, me conocías tan bien, que sabías cuáles eran las palabras que quería y necesitaba oír para seguirte amando, para creerte, para venderme a tus historias, las soltabas y yo como pordiosera las atrapaba sin reflexionarlas.

Te amo y quiero estar contigo pero… ¡No!, esas palabras nunca pueden ir juntas, cuando amas, amas y ya, cuando quieres algo lo quieres, no existen razones ni pretextos que justifiquen que no sea de ese modo, no amas si es condicional, el amor vence miedos, de otro modo no es amor, y a mí, tú nunca me amaste. 

Me parece realmente triste, ¿sabes? Sacrifique muchas cosas por ti, aunque no fue por ti, sino por la idea que me hice de ti, ¡jajajajaja!, con decirte que llegué a imaginar nuestra vida de casados, seguro te enteraste y eso fue lo que te hizo huir, ¡jajaja!, (suspiré). 

De ti me gustaba tu simpatía, tus ocurrencias, tus bromas, tu seguridad, tu entrega, tu compromiso, tu responsabilidad, y ahora de ti me enferma tu falta de honestidad, tu falta de compromiso, de entrega, de amor, tu indiferencia, tu apatía, tu doble moral, tu narcisismo, tu egoísmo… Que me hayas engañado, que te haya creído, eso, es lo que más me duele.

lunes, 26 de mayo de 2014

¿Podrían decirle que la extraño? Que me hace falta su ingenuidad, su simpleza, 

su alegría, su talento, su amor a la vida. También díganle que ya cambie 

algunas cosas que le incomodaban y que hice fuerte el camino que ella siempre 

quiso recorrer, que la quiero, y más que nada quiero recuperarla.